Carta de la respiración (Es)

  1. Todos los seres vivientes tenemos el derecho natural a respirar aire puro y el deber de conservarlo y preservarlo para nosotros y las generaciones futuras.
  2. La respiración, fuente de vida, es nuestro recurso más precioso. Es un don que nos acompaña siempre, es nuestro primer y último acto: comenzamos “tomando”, acabamos “dando”. El balance de los respiros de cada vida siempre termina en empate.
  3. La posibilidad, la necesidad y la capacidad de respirar nos hacen iguales a todos, desde el primer instante de vida: el aire y la respiración son una fortuna que no puede acumularse y a nadie le puede ser jamás impedida.
  4. Todo lo que tiene vida respira. Cada célula de cada ser necesita del aire, vive gracias a éste en simbiosis con todas las demás, en un organismo único. Es así para todos nosotros, seres conectados, gracias a la respiración, con los demás y con la Naturaleza de la que somos parte.
  5. La respiración es la conexión más íntima, profunda y arraigada con el planeta que nos acoge. Alterar la biodiversidad, debilitar y destruir el equilibrio de la biósfera pone en riesgo nuestra propia sobrevivencia, la de los seres humanos individuales, la de nuestra especie y la de las demás.
  6. La respiración, acto automático e involuntario, es la forma de relación permanente entre nuestro mundo interior y todo aquello que nos rodea. Influencia nuestras emociones, el estado de humor, las relaciones, la salud. Mientras mas respiramos de manera consciente, más responsables activos somos de nuestra salud física y mental, del equilibrio interior, de la paz en nosotros mismos y de la paz entre los demás.
  7. La voz y el silencio son formas de expresión de la respiración. Escuchar, explorar y habitar nuestra respiración, afinar la escucha de la respiración de los demás y de la Naturaleza ayuda a la comprensión, la empatía, la comunicación y la solidaridad. Conocer y respetar la respiración, ya sea individual que colectiva, es un potente antídoto frente al miedo, el encierro, la separación entre nosotros y los demás seres vivientes de toda condición y de todo del mundo.
  8. Cada individuo tiene una respiración única, original e inconfundible, fruto de la historia personal, familiar, social. Escucharlo profundamente y permitir que se cuente a sí mismo es un instrumento de conocimiento sobre uno mismo y en relación con el Otro.

Traducción: Rosa Jijón

©La città di Isaura, Asociación por el placer de la lectura

© Emi Curatolo, Fotografía

Città Isaura

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